Conversando con el mar

Ola tras ola…
Tu admirable fuerza es constante y soberbia,
no te rindes ante el menor obstáculo.
Continúas como si devorar la tierra quisieras,
con dedicación, fervor y total desenfreno.

El día poco a poco se extingue,
el sol, se oculta detrás de los altos edificios,
comenzando a debilitarse, y tú…
con pasión y desenfado,
la playa, continúas inundando.

Por las calles, parejas felices del brazo veo,
niños corriendo, viviendo intensamente, riendo.
Y yo aquí, sola, buscando en mi interior
la fuerza que necesito para sofocar esta tristeza
que hoy se ha instalado muy adentro.

Esta tristeza, hoy no me permite avanzar,
mis lágrimas, no tienen sentido, lo sé.
Por eso estoy aquí, sentada en una roca
contemplándote, extenso y soberbio mar,
intentando tu fuerza arrebatar
y mi desesperado llanto poder calmar.

Las luces de la ciudad comienzan a iluminar,
el sol ya se apagó, la noche llegó.
De mis ojos continúan emergiendo lágrimas
deslizando por mis mejillas,
hasta caer entre las rocas
para con tu agua salada poderse mezclar.

No permitas que esta tristeza me venza,
necesito tu fortaleza, ¡dame tu fuerza!
Esa fuerza con la que golpeas las rocas,
esa fuerza con la que intentas la tierra devorar,
necesito esa fuerza para poder de mí arrancar
esta pena que hoy me atormenta.

Oh, poderoso y orgulloso mar,
no me permitas más lágrimas derramar,
concédeme tu arrolladora confianza
dame tu fuerza y tu poder para soportar
y no rendirme ante esta barrera
que hoy mi vida hace vacilar.

eliss

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